Miden fuerzas. "No somos homófobos ni discriminadores", así de directo fue el arzobispo metropolitano, José Domingo Ulloa, ayer luego de dejar clara la oposición de la Iglesia en torno al debate por la ideología de género y el matrimonio igualitario.
Todo ha surgido, luego de la opinión emitida por la Corte Interamericana de Derechos Humanos CIDH que fue acogida por el Gobierno panameño.
Y es que si la comunidad LGBT sigue buscando alternativas para su aprobación, la Iglesia tampoco descansa; al punto que en las redes sociales los enfrentamientos entre ambas partes han aumentado por defender sus posiciones.
La comunidad LGBT ha estado acusando a cierta parte de la población de homófoba, mientras que parte de la Iglesia ha arremetido contra algunos programas de televisión, asegurando que atentan contra la familia panameña.
Por su parte, Leovaldo Zurita, presidente de la Alianza Evangélica, instó a los creyentes a que cuiden y mantengan a Panamá como un país donde "la familia y la vida sean sus valores".
Ricardo Beteta, dirigente de la Asociación Hombres y Mujeres Nuevos de Panamá, dijo que la CIDH reconoció el derecho de la población transexual a registrarse legalmente con el nombre y el sexo con el que se identifican y debe ser respetado.
La Iglesia no descartó una tercera marcha multitudinaria para defender a la familia de estas acciones.
Los que buscan algunas unidades en redes sociales es dividir a los que defienden a la familia, y por eso se dan esas opiniones y hasta videos en contra del matrimonio igualitario.
Desde julio de 2008, cuando entró en vigencia el Decreto presidencial 332, la homosexualidad fue despenalizada y sacada de la lista de enfermedades mentales.